Cualquiera que sea la causa,
por mayúscula que sea,
mi encierro seguirá siendo el mismo.
Acabaré de escribir,
de una vez por todas,
las palabras que faltan
para mi enunciado,
para mi causa,
¡mi propia causa!
Cualquiera que sea el motivo,
sin más maneras ni formas,
seguiré siendo incomodado
por esa voz dialéctica e incoherente
que gotea constantemente
entre las grietas añejas
de mi torpe imaginación.
Cualquiera que sea la excusa,
por la que en algún momento improvisado
aparezcas,
te voltees y me mires,
yo seguiré aquí,
encerrado y furioso,
dictando al viento mil palabras,
mil canciones,
mil veces mis revoluciones;
secuestrado por mi orgullo,
atado bruscamente al silencio
de pies a cabeza,
condenado a la espera inmediata de ti,
sin conocer causa alguna.
David E. Alvarado
El Salvador
©2007 DEARmente