No volverás
No volverás
ha decir gentilmente
mi nombre,
sin antes haber sufrido
una caricia
de espanto,
por esta forma,
a veces inapropiada
e involuntaria,
de decir el tuyo
con letras minúsculas.
No volverás
ha decir frecuente
lo siento,
sin antes haber sentido,
en realidad,
esa pena,
a veces corta,
a veces ciega,
de pronunciarme
con letras mayúsculas.