
... dejame ver un poco más.
Te presiento.
Estas allí,
detrás de la oscuridad,
y temo no poder resistir
tu llegada.
Quiero bajarme
en el siguiente espasmo.
Quiero escapar
en una cápsula de luz,
en un silbido del viento.
Quiero dejar el cuerpo
tendido en algún sueño
y no cruzarme contigo.
Te presiento.
Estás escondida
en el gesto de la noche.
Me esperas.
Me ato las ganas al ombligo
y pienso
que es sensato contenerme.
No voy a seguir el ritmo que me lleva
a estrellarme en tu cuerpo.
No voy a poblar tu piel con mi deseo.
Dejo de pensar en ti por un momento.
Respiro profundamente,
luego vuelvo.
Me doy cuenta que mi discurso,
retórico y gastado,
no convence a mi instinto.
Le pido la hora al silencio
y me subo en el siguiente espasmo.
Presiento que hoy
no es el día justo
para callar mis impulsos.
Ya sabes que soy
simplemente
un ciudadano de tu cuerpo.
David E. Alvarado
El Salvador
©2008 DEARmente