
De vez en cuando me gusta
sostenerme de tu pelo,
telaraña.
Sentir que soy víctima
— sin remedio —
de tu cuerpo.
Conjugarme en tu verbo,
y poseerte.
Suicidar mis ganas
en tu vientre.
De vez en cuando me gusta
que sepas que me gustas,
como ahora.
David E. Alvarado
El Salvador
®2008 DEARmente