Te busco
en los rincones perdidos
del espacio en desolación;
sigo tu huella,
insaciable
como un sabueso
fiel a tu aroma.
Por los siglos
en el laberinto del tiempo
te voy buscando
sin reparo,
a ciegas, con mi instinto
y la ansiedad que me arrebata,
voy buscándote en las sombras,
en los cantos
que se pierden a lo lejos,
en las risas instantaneas
que luego se disipan
y se van.
En cada rincón
y en cada poro de la vida,
sin remedio,
sin reparo ni salida,
voy buscándote siempre
aun en mi corazón.
David E. Alvarado
El Salvador
©2007 DEARmente