...a mi hermano
Tú llegaste con el viento,
yo vigilaba constante tu llegada.
Desde siempre,
en mi origen,
conocí tu nombre.
Supe que habría de encontrarte,
a pesar de la distancia
y de los tiempos lejanos,
ya esperaba nuestro encuentro.
Estaba escrito
que vería tu llegada.
En mi tibio aposento,
antes de escapar al mundo,
escribí señales
para que tú las reconocieras.
Desde siglos
y por muchas edades astrales,
nuestro destino fue escrito.
Yo sería la imagen.
Tú el reflejo perfeccionado.
Yo sería el idilio.
Tú, el pacífico fuego
que habría de rociar los luceros.
Supe que habría de encontrarte,
a pesar de la distancia
y de los tiempos lejanos,
ya esperaba nuestro encuentro.
Estaba escrito
que vería tu llegada.
En mi tibio aposento,
antes de escapar al mundo,
escribí señales
para que tú las reconocieras.
Desde siglos
y por muchas edades astrales,
nuestro destino fue escrito.
Yo sería la imagen.
Tú el reflejo perfeccionado.
Yo sería el idilio.
Tú, el pacífico fuego
que habría de rociar los luceros.