26.11.07

Entre mis manos


déjalo caer justo en mi pecho...

Has dejado caer entre mis manos
esa mínima, vaga y última esperanza,
con la que sabes mantener a flote tu sonrisa,
y vas dejando caer con ella
esa credulidad tan tuya
que parece que vas despojandote de tu cuerpo.

Yo, intento no ceder mis fuerzas a su abismo
y la sostengo con esa absurda disciplina
con la que se sostiene el alma ante la muerte.

Has dejado caer entre mis manos el otoño,
la mañana triste en que susurramos sueños
y aunque intento no sufrirte,
te sufro
tanto
que siento que dependo de esta poca,
vaga y misera esperanza
que has dejado caer en mi mano
con tanto desenfreno
para no volver a caer sobre mí mismo.