23.7.08

No te creo



No creas que te creo.
No lo hago.
No te creo.

Yo creo en las cosas
luminosas,
eclécticas,
libres.

Yo creo en la onomatopeya que resulta
de mis latidos
cuando sigilosamente bajo
hasta el pecho desnudo de la noche,
hasta su sexo.

Creo en la voz
que se viste de verso y prosa;
la voz que lucha,
que no se cansa.

Creo en la idea más próxima
de la libertad.

Creo en mis intentos.

No creas que te creo.
No lo hago;
ni lo intento.
No te creo.

Creo en la humedad de un beso
que se da a ojos cerrados,
en la fe de entregarse desnudo
a un cuerpo que te espera,
que te necesita.

Creo en lo absolutos que resultan ser
mi ojos
cuando te niegan.

Creo en lo práctico,
en lo simple,
en lo lúbrico.

Creo que un taza de silencio
siempre hace falta.

Pero no creo
que debas creer
que te creo.
No lo hago;
no te creo.

Simplemente
acepto lo que veo.



David E. Alvarado
El Salvador
©2008 DEARmente