No hace falta tanta gente en este espacio.
Ni señales de luz equidistantes
que marquen un camino hacia nosotros.
Realmente, no hace falta un camino, ni una estrella.
Las palabras sobresalen del abismo y la sima,
ellas nos conectan en las sombras.
No necesito colorearte en algún recuerdo
o en una página oculta de mi memoria.
Tú siempre estás,
aún cuando no estás.
No hace falta buscarnos para encontrarnossi estamos cerca, muy cercauno del otro,en nuestros pensamientos.La gente sobra en esta historia.
En este pedazo de tierra,
basta con saber lo justo y necesario,
uno del otro.
Basta con saber tu nombre,
y decir el mío,
sin decirlo.
No hace falta tanta gente en este espacio
profundo e incoloro,
donde los cantos y epopeyas
se resecan con la niebla y,
a pesar de las lombrices,
sólo tu palabra queda
prendida en las paredes que mis ojos se inventan.
Aquí, donde nace el unicornio y germina la tormenta,
sólo florece tu nombre.
En mi mente,
en mi alma,
sólo cabe tu sonrisa.
Porque en este punto,
donde el tiempo hace cola en la ventana
para regresar atrás,
lo único sincero es mi lucha
y esa forma pletórica e insistente de decirme,
que no hace falta tanta gente
cuando eres tú
lo único que necesito.
David E. Alvarado
El Salvador
® 2008 DEARmente
En la foto: Verónica Loarca, El Salvador