Desde donde llueve

La luz está apagada
a propósito.
Sólo la sombra invertebrada
de una duda sobrevuela mis pensamientos.
El cielo tose a lo lejos,
no sé si sobre mis sueños
o sobre los sueños de otra gente,
pero lo escucho toser,
y en estos días
se vuelve más constante.
No tengo un paraguas que me proteja
de tu ojos.
Aunque me esconda en el silencio
o en los gritos desordenados del tráfico
y de la gente,
sé que no podré evitarte.
La luz está apagada
a propósito.
Mi café
ya sólo es un recuerdo,
dentro de muchos recuerdos
que se quedan este día.
Si pasas por aquí
no me dejes sin tu música de viento.