15.10.08

Tan solo unos gramos


Sucede que cuando veo
lo poco que realmente me dejas ver,
me desconcierto,
me vuelvo un caos impredecible de sensaciones.

Reniego de mis alas
y exploto.

De pronto siento, desde mi paladar
hasta las más incógnita de mis venas,
una necesidad casi hospitalaria
por tener, y consumir,
algunos gramos de tu cuerpo.

Tan sólo con un poco bastaría,
para detener por un momento
esta locura.

Un poco, creo,
sería suficiente, hoy.

Unos gramos de tu piel de fuego
en mi boca de papel.

David E. Alvarado
El Salvador
©2008 DEARmente