Sin comentario
Uno frente al otro;
no pasa nada.
Sería mejor estar
lo más lejos posible uno del otro,
para sentir, si esto fuera necesario,
ausencia.
No me equivoco cuando aprieto mis ojos
a eso que parece ser tu única propuesta,
tu belleza.
No me equivoco cuando,
a pesar de lo placentero que puede resultar
un poco de tu piel y abismo,
prefiero no tocarte ni con la vista.
Prefiero no hacer
ni el mínimo de los intentos
para no caer en tu estrategia.
Uno frente al otro;
es como decir un nada
en absoluto.
Y, resulta mucho mejor
quedarnos en silencio
antes de convertirnos
en espumas de cinismo.