He visto tu luz rebotando en mis espacios,
induciéndome a buscarla, a seguirla...
Cuando me nombras,
siento que debo quitarme las sandalias
y pedir permiso
para volver a entrar descalzo,
sin polvo en mis manos
ni lágrimas en mis ojos.
Yo sé decir tres veces
la palabra que pocos pronuncian.
Yo sé decir tu nombre,
yo te conozco.
©2008 DEARmente