2.5.09

Ocio



No hay nada más explícitamente profano
que pensar en ti fingiendo indiferencia
para poder mencionar tu nombre en voz baja,
casi al compás del ladrido de mis latidos,
provocando así que el intento se tropiece con mis labios
para que las palabras se caigan en sí mismas.

Pensarte, y luego,
improvisar una salida.

Ante esta situación
sólo necesito convencerme de una cosa:
no estás,
y eso
sólo hace más enorme tristeza
y mis pensamientos menos productivos.


David E. Alvarado
El Salvador
©2009 DEARmente