Es incómodo pensar que has vuelto
por enésima vez a pronunciarme;
sin permiso,
sin prudencia,
sin ningún escepticismo.
Pronunciarme;
Aleatoriamente,
precipitadamente,
elocuentemente.
Como rompiendo a si misma
la palabra más confusa e impronunciable
... con fe.
Es más incómodo saber que yo te pienso
con violencia,
con estruendo,
como rompiéndome a mi mismo
en el intento.
Como queriendo soportar
lo inmenso e inaceptable que se me hace
no poder prescindir de este silencio
que me invita a pensarte.
Como si fuera la única escapatoria
a la ausencia de palabras
... sin fe.
David E. Alvarado
El Salvador
El Salvador
©2009 DEARmente