No protesto por las sombras
azules, verdes, oxidadas,
que me cubren las palabras,
cuando pasas.
Ni por ese destello hiriente,
nauseabundo, pretencioso,
que me dejan tus ojos desnudos,
cuando pasas.
Protesto porque aquí,
en esta polvareda de ideas
que se levantan cuando pasas,
no es posible encontrar un sentimiento
que no tenga tu nombre.
Ni uno solo.
David E. Alvarado
El Salvador
El Salvador
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