19.7.18

Toma matutina

Oliverio.
Profesión: Poeta.
Película: El Lado Oscuro del Corazón, 1992

Mi voz se desliza lentamente por la taza de café
dejándome expuesto a un suspiro que se manifiesta
como un aullido que brama por la luna subterránea.

Algún arquitecto de emociones debió imaginar este espacio,
este instante tan perfecto para cualquier cosa.
Todo al rededor parece estar dispuesto para la causa,
como si un ser omnipresente dirigiera la escena
sin salirse ni un ápice del guión de su autoría:
La luz que salpica colores en este pedazo de ciudad,
el humo que sin tener nada personal en mi contra
envenena mis pulmones lentamente a su paso,
el ruido acumulado de todo ese gentío cabizbajo
que confunde promesas patrias con insultos.

Todo, aquí, allá, siempre,
parece una escena fabricada,
un plan piloto para no desperdiciar esfuerzos
cuando los motivos sean los correctos.

Yo, a pesar del descontento,
intento no arruinar el espectáculo.

Participar de toda esta dicotomia malintencionada
se ha vuelto un ejercicio cansado pero divertido.
Tanto esfuerzo puesto en mis acciones
merece un poco de atención.

Y que no se me acuse de falta de interés
si de pronto se dan cuenta que estando cerca
siempre he estado tan lejos, ausente de todos lados.

Yo habito en todos los sitios donde mis palabras quedan.

Que mi parsimonia no estropee la toma, pues.
Ya dejaré una lágrima suelta para el aplauso,
o algún verso descolorido que te moje al recordarme.


David E. Alvarado
El Salvador
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