Me es difícil pronunciar tu nombre
sin que esta boca mía, terca boca mía,
empiece a morderse de las ganas.
Se me hace difícil pensarte
sin quererte,
siempre, siempre, siempre,
en todos los colores,
en todos los sabores,
en todas las canciones.
Siempre que te miro
te beso
tanto, tanto, tanto,
con estos ojos tercos e insaciables
sin que esta boca mía, terca boca mía,
empiece a morderse de las ganas.
Se me hace difícil pensarte
sin quererte,
siempre, siempre, siempre,
en todos los colores,
en todos los sabores,
en todas las canciones.
Siempre que te miro
te beso
tanto, tanto, tanto,
con estos ojos tercos e insaciables
que no se cansan de mirarte.
Y siempre estoy
aunque tú no te des cuenta
queriéndote con estas ganas
que me quieras como yo a ti.
David E. Alvarado
El Salvador