15.3.08

Constantemente


Constantemente me equivoco;
suelo confundir tu paso
con el de una luciérnaga.
Suelo confundir tu boca
con una promesa.
Te dibujo alguna que otra primavera
pero no logro adivinarte quieta.

Constantemente me confundo,
entre tanto murmullo,
no puedo saber si eres
una gaviota o una sirena,
y tus manos tan pequeñas
no parecen peligrosas.
A menudo me sorprende
que me quieras convencer de tu veneno.
Para ver tu ternura es necesario dejar de verte
con lujuria y verte llena de risa.
Constantemente
no soy el mismo que vez todos los días.
Intento parecerme a alguien
que se sienta en este cuerpo,
que pretende pasar inadvertido.
Y de no ser por ese rastro de curiosas azucenas
que dejas cuando vuelas,
lograría pasar un día sin verte.
A menudo me parece
sorprendente.
Sueles dibujarte sin problemas
en alguno de mis sueños,
y me escandaliza
que me quieras convencer
que esa manos,
tan pequeñas,
son un tanto peligrosas.
No estabas tan equivocada,
algo de ti había en ese verso.
David E. Alvarado
El Salvador
©2008 DEARmente