Te pareces a mi boca
cuando tiene hambre
de otra boca,
y a mis ojos
cuando inundan con deseo
otros ojos cercanos
y los consume.
Te pareces a mi carne
cuando se aferra
a esa necesidad atmosférica
de ser
carne de otra carne,
cuerpo en otro cuerpo,
alma en otra alma.
Te pareces a mí
cuando odio,
cuando amo,
cuando deseo,
cuando me nutro de otro cuerpo.
Te pareces a mis manos
cuando desnudan,
cuando poseen,
cuando acarician
y a mi voz,
casi irreversible,
cuando se posa en algún vientre.
Te pareces a mis ganas
de romper el hielo.
A mi nostalgia.
Y eres casi
exactamente como mi boca
cuando se desenfrena
en otra boca,
sin pensarlo.
Cuando se desviste
y se conecta
en algun vientre
que no tiene culpa.
Cuando se sincera
y me pide
un pedazo de tu cuerpo.
David E. Alvarado
El Salvador
©2008 DEARmente